Había una vez

2021 Instalación.

Había una vez

Pamela Iglesias

La exposición está compuesta por cinco muñecas a escala real que fueron cubiertas con manteles plásticos (muy comunes en el imaginario popular latinoamericano) a modo de mortaja y atadas con cuerdas. Las figuras están dispuestas en poses que remiten a cadáveres que han sido descartados en la galería. La artista busca reflexionar sobre las frases literarias medievales “había una vez” y “vivieron felices para siempre”, que tienden a condensar historias donde los cuerpos femeninos son zonas subyugadas y en disputa. Estas narrativas son también el sustento de las ideas románticas que habilitan el sometimiento femenino en el contexto afectivo. Es la acumulación de muñecas a escala humana, envueltas en manteles plásticos de uso doméstico (muy arraigados en el imaginario popular latinoamericano) que simulan una mortaja rápida, casera y desprolija. Representan lo violento y descartable de la premisa literaria medieval “había una vez” y “vivieron juntos para siempre”, como una sentencia ineludible, donde los cuerpos femeninos se transforman en zonas subyugadas y de disputa. Nos criaron con las ideas románticas de cuentos infantiles, donde las princesas tienen finales felices de la mano del sometimiento solapado.