Coñoepan

2022 Videoinstalación

Coñoepan

La cortina de la galería AK-35 se encuentra cerrada. Desde el exterior se escucha la voz de la artista relatando la historia de su apellido paterno. En la misma cortina cerrada se encuentra una mirilla que permite al espectadore acceder al interior de la galería situándole como un voyeur. Adentro se observa la proyección de un video en formato vertical de un cuerpo desnudo y femenino, con el apellido “Coñoepan” proyectado en la piel mediante el uso de un esténcil. Es el calado de sus letras lo que permite pasar la luz y calidez del sol, cronometrando así el paso del tiempo y demarcando en la piel una identidad y linaje, hasta finalmente desaparecer. La íntima acción es también una pregunta por los afectos y las ausencias, donde los vacíos de las letras moldean las posiciones del cuerpo femenino que intenta encajar como lienzo de este. Este se mantiene siempre en vertical y al centro del encuadre, apareciendo lo femenino dentro de un relato cargado de masculinidad. Esto se acentúa por medio del audio, en el cual se cuestiona la predominancia y herencia del apellido paterno frente al materno, el cual termina por desaparecer en la descendencia. A través de esta encarnación, se trae el pasado al presente, pero también se cuestiona la proyección de la identidad hacia el futuro.